• Un paseo por las cumbres de un paisaje glaciar

La Cebollera es sierra de hayedos, serbales, pinos, avellanos, ciervos y berrea. En su corazón guarda un circo glaciar y una laguna, desde donde una ascensión hasta el Pico nos procura una increible  panorámica; es la prolongación oriental de los Picos de Urbión. Un desconocido y aislado territorio montañoso en el que todavía se distingue un intenso modelado glaciar.

Para llegar salimos de Villabamba y, atravesando el pueblo, tomamos dirección a Molinos de Razón y allí, nada más cruzar el puente sobre el río Razoncillo, se debe tomar la pista de montaña que aparece a mano derecha. La pista está en buen estado de conservación y permite su utilización por cualquier tipo de vehículo. Se asciende suavemente y tras dejar una desviación a la derecha, se pasa junto a unos grandes y abandonados corrales de ganado. Después de una serie de revueltas se llega a una nueva bifurcación en la que se deja la pista principal y se toma la que parte hacia la izquierda. Al alcanzar este punto —después de recorrer unos siete kilómetros— lo mejor es aparcar el coche y comenzar la ruta a pie por esta pista de la izquierda. 

El primer tramo del camino forestal está marcado y permite descubrir un buen testimonio de los primitivos y autóctonos bosques que cubrían las laderas meridionales de la Sierra Cebollera: un robledal en el que crecen aislados, acebos, abedules y tejos. En la espesura de estos bosques encuentran refugio un buen número de especies. Entre todas destacan por su tamaño y su imponente presencia los abundantes ciervos y jabalíes. Más difíciles de ver son los tejones, gatos monteses y lobos, que también están presentes en la zona. 

Al llegar a otro cruce se abandona la pista y se toma un antiguo camino carretero que asciende hacia la derecha. Ahora bajo la sombra de unos jóvenes pinares de repoblación se comienza a ganar altura rápidamente. Sin hacer caso a otra desviación a la derecha, el camino alcanza un claro del bosque y una zona desde la que se divisa el panel señalizador de la Laguna de Cebollera. Junto a este último, parte un sendero que en paralelo al arroyo de la Laguna conduce sin problemas hasta la orilla del lago. Y aquí se nos expande el corazón al contemplar la laguna en todo se esplendor enmarcada por los cantiles de roca arenisca del Alto de Cueva Mayor.